Hace un par de días, estaba navegando por internet con el fin de encontrar algunas investigaciones sobre la donación de espermatozoides y óvulos. Para mi sorpresa, me encontré con un artículo muy interesante que me hizo reflexionar mucho sobre el futuro de la reproducción asistida y las adopciones. El artículo titulado Adopción de embriones: bondades y dilemas de un camino a la paternidad, publicado por Entremujeres.com, relata la historia de algunas familias que al no poder procrear de manera natural, y ni tampoco poder proveer de un óvulo o espermatozoide propios para la inseminación in vitro, recurrieron a la “adopción” de embriones congelados, los cuales fueron obtenidos de dos formas:
1.- Donación de una pareja anónima que se sometió con anterioridad a un método de reproducción asistida, donde al no necesitar más los embriones en reserva, dicha pareja tomó la decisión de donarlos. Un ejemplo común de esta situación es cuando una pareja aporta sus gametos para un proceso in vitro, y consiguen de dicho proceso ocho embriones de buena calidad. Posteriormente, esta pareja junto a su doctor, toman la decisión de sólo usar a tres embriones para inseminar a la madre biológica o subrogada, dejando a los otros cinco en “reserva”. Esto con la intención de que si algunos de los tres no llegara a gestarse, se tienen cinco más de reserva para usarlos en un ciclo posterior. Sin embargo, sucede que de los tres, dos resultaron en éxito (gemelos) y ya no es necesario el uso de los otros cinco embriones en reserva. Por lo tanto, a los padres les quedan cuatro alternativas sobre qué hacer con los embriones:
1.- Mantener congelados los embriones para que en un futuro puedan concebir otro hijo.
2.- Donarlos a la clínica para que otra pareja los adopte y se beneficie de ellos.
3.- Donarlos a la ciencia.
4.- Desechar los embriones.
Por lo general, los padres al no tener la solvencia económica suficiente para mantener congelado a los embriones, y ni tampoco desear que sus embriones paren literalmente en la basura o formen parte de un “experimento” de laboratorio para la “ciencia”, la pareja toma la decisión de donarlos a la clínica con el fin de que otra pareja los adopte.
2.- Ambos futuros padres seleccionan a un donador anónimo y una donadora anónima que aporten un espermatozoide y un óvulo, para crear así un cierto número de embriones que posteriormente serán insertados en el útero de la futura madre o madre subrogada.
Ambas situaciones me hicieron saltar, logrando que reflexione en muchos temas y preguntas: ¿podría vivir en paz una pareja de padres sabiendo que existe un niño biológico de ambos en alguna parte del mundo? Y me lo pregunto porque esta situación me lleva a pensar en el caso de los donadores de esperma y óvulos, quienes por propia decisión hacen una donación y están más que conscientes de las implicaciones que tendrám sus donaciones en el futuro. No obstante, ¿la situación de los donadores de esperma y óvulos aplicaría también para una pareja que toma la decisión de donar sus embriones? Claro, ¿considerando que donan por no contar con los recursos para mantener a los embriones congelados? Personalmente, pienso que una pareja que ha pasado ya por la experiencia de un proceso de reproducción asistida, no creo que tome tan fácil el hecho de donar sus embriones, pues está consciente que el donarlos es una decisión más forzada que de voluntad, ya que sabe que de ese número de embriones nacieron sus primeros dos hijos. Aunado a esto, puede ser posible que la pareja también vea a los embriones como pequeños futuros hijos biológicos que están listos para procrearse y que además, nunca conocerán. Pero de igual manera, puede ser que la pareja al haber pasado ya por una experiencia de reproducción asistida, se haya sensibilizado mucho y tenga la necesidad de ayudar a otras familias. Por lo tanto, el donar los embriones es una situación no tan complicada para la pareja, pero pienso aún así sería un gran duelo para ellos el “desprenderse” de los embriones.
Entonces, aquí vienen también otra pregunta: ¿Vale la pena realmente encariñarse con los embriones? Ojo, si uno es frío con la situación, la realidad es que son pre-embriones y no pequeños fetos en miniatura como podría uno llegar a pensar, pues a los embriones a los que nos referimos no son más que un montón de células todavía (esta es la etapa temprana de lo que vendría siendo los primeros días de la gestación). Por lo que teóricamente todavía no son nada, incluso, el cuerpo naturalmente los puede deshechar.
En el caso de la creación de embriones por medio de óvulos y espermatozoides de donadores anónimos, se me hace algo muy mágico y sorprendente, pero que también veo como un juego perverso de la ciencia. ¡¿Cómo que un juego perverso?! Sí, pues me queda claro que los límites se reinventan conforme la ciencia avanza y parece ya no existir fronteras para ella. La verdad, no me imagino en cómo un joven producto de un embrión creado, pueda resolver su sentido de identidad al saber que ninguna información genética de ambos padres reside en su ADN y, que además, es producto de dos donadores anónimos seleccionados por sus padres. ¿Podría tomarlo de manera natural, como muchos casos de huérfanos adoptados de una casa hogar del que no se sabe su ascendencia? Pues aquí no hablamos de un incidente por el cual un bebé terminó en un orfanato, sino de una situación donde se buscó crear un bebé intencionadamente con determinadas características a partir de información dura de progenitores biológicos anónimos ¿Podría este joven aceptar esta realidad con naturalidad y no tener la necesidad de resolver el misterio de sus raíces biológicas? Sin embargo, tampoco lo veo como una situación oscura y negativa, pues la creación y adopción de embriones es una opción más para darle oportunidad a parejas infértiles o con problemas genéticos hereditarios a tener hijos saludables.
En conclusión, ¿la creación y adopción de embriones es la nueva modalidad de adopción de humanos abanderada por la ciencia? Pues viéndolo fríamente, es una opción con muchas ventajas sobre una adopción tradicional, pues qué mejor adoptar a un ser humano mucho antes de que se convierta siquiera en un bebé. De esta manera, se evitan los "malos hábitos aprendidos" en un orfanato o traumas en los niños debido a maltratos recibidos a temprana edad por una familia biológica disfuncional. Además, que también los futuros padres pueden elegir los rasgos y carácteristicas del futuro bebé. Y no digo que a partir de ahora la gente ya no adoptará a niños de orfanatos, pero al menos sí se planteará como opción la adopción de embriones, en especial la clase social élite que se podrá dar este lujo por el alto costo que tiene. En un futuro no lejano, no dudo que la adopción de embriones se convierta en una opción más accesible a la sociedad, como comienza a serlo hoy en día los métodos de reproducción asistida. Por otro lado, ¿la adopción de embriones también significaría el principio de la búsqueda de la perfección humana? ¿Hijos a la carta con características pedidas al gusto de los padres, de acuerdo al perfil de los donantes? Puede parecer loco, pero algo me queda claro, es que el humano al poder manipular la semilla y la tierra (el espermatozoide y el óvulo) , éste puede hacer un sin fin de cosas que hasta el momento son insospechadas para la imaginación.
