Recientemente en España, y debido a los recortes en sanidad, se ha excluido a las mujeres solas y a las lesbianas del servicio de inseminación artificial cubierto por la Seguridad social, bajo la “excusa” de que la falta de un varón no es un problema médico. Así las mujeres solas o lesbianas que no puedan permitirse afrontar el coste de una inseminación artificial en clínica privada, pueden acudir a la llamada inseminación artificial casera como método viable y, a la vez, económico de concepción asistida.
¿EN QUÉ CONSISTE LA INSEMINACIÓN CASERA?
La inseminación casera no es más que la introducción de espermatozoides en la vagina, mediante un kit que puede obtenerse por unos 60 € de modo similar a lo que ocurre en una relación sexual, pero en este caso, de manera artificial mediante una cánula o catéter de unos 6 cm. La mujer una vez inseminada, se queda media hora en reposo para ayudar a que el esperma llegue al ovulo, y tras unos 30 minutos, sigue su vida normal.
A diferencia de la inseminación realizada en clínicas homologadas, la inseminación casera todo y que está reconocida por la OMS, no es ningún tratamiento médico al no estar prevista la intervención de técnicas ni recursos médicos.
La inseminación casera, tiene las mismas probabilidades de embarazo que el mantener relaciones sexuales, pero posiblemente menos probabilidades de éxito que la inseminación artificial médica.
Y ello no solo por la necesidad de practicar correctamente la introducción de los espermatozoides en la vagina, sino porque en las clínicas homologadas se prolonga la vida de los espermatozoides (el semen fuera del cuerpo del hombre por más de tres horas y sin tratamiento de conservación, se considera inviable), además de que las clínicas mantienen la temperatura ideal de los espermatozoides mientras se realiza la estimulación ovárica y el control ecográfico para conocer el momento exacto de ovulación. De esta manera, es como se practica la inseminación intrauterina con esperma procesado (no intravaginal) por lo que el porcentaje de éxito de dicha fecundación aumenta considerablemente.
Ciertamente, al ser la inseminación casera una práctica que se realiza de forma privada, no existen estadísticas sobre su porcentaje o nivel de eficacia.
¿CÓMO SE CONSIGUE LA MUESTRA DE ESPERMA?
La inseminación artificial casera, supone que será la mujer quien busque al donante de esperma ideal y, se encargue de descartar la preexistencia de enfermedades de la muestra, mediante análisis de sangre para detectar anticuerpos del VIH-1 y VIH-2, hepatitis C u otras enfermedades. Piénsese que el semen de donante conocido no pasa por ningún análisis ni estudio genético o de fragmentación al practicarse la inseminación al margen de una clínica, así que puede ser más aconsejable realizar esta práctica con semen congelado, el cual ha estado 6 meses en cuarentena, lo que reduce considerablemente el poder contraer enfermedad alguna como el VIH. En todo caso, la mujer debe asegurarse de las condiciones optimas de calidad y cantidad del semen.
En cuanto a la salud de la mujer, una de las preocupaciones o riesgos de la inseminación artificial casera es que pueda generarse daños en la matriz que pudieran dar lugar a una hemorragia. Por lo tanto, deberá tenerse el máximo cuidado en la introducción del semen y la cánula a utilizar.
También se aconseja a la mujer someterse a una citología de control, a fin de de descartar infecciones anteriores a la fecundación, algunos médicos aconsejan también el empezar a ingerir acido fólico unas semanas antes de someterse al tratamiento. Es muy recomendable que la mujer, el mes anterior a proceder a la fecundación casera, se monitoree o se someta a un test de ovulación para conocer sus días fértiles, pues será entonces cuando la inseminación casera será eficaz.
EL PAPEL DEL DONANTE EN EL PROCESO
Debemos destacar el papel del donante en la inseminación artificial casera, así como tener en cuenta que no se puede garantizar, en modo alguno, el anonimato de dicho donante de gametos . Por lo tanto, la madre biológica siempre podrá reclamar la paternidad del donante y éste, a la vez, siempre podrá reclamar la misma. Será nulo el acuerdo entre ambas partes en el que se renuncie a reclamar la paternidad, al ser un derecho del menor irrenunciable.
El anonimato del donante es una de las diferencias más significativas entre la inseminación artificial en clínica homologada y la realizada de forma casera . Por lo tanto, las consecuencias de la falta de anonimato deben tenerse muy en cuenta a la hora de decidirse por este método, ya que en caso de mujeres que hayan decidido afrontar la maternidad solas, deben conocer la posibilidad de que el donante en un futuro reclame no solo participar en la vida del menor, sino ser reconocido como padre biológico con los derechos y deberes que le sean inherentes. En este caso, y para evitar reclamaciones de paternidad futura, podría acudirse a un banco de semen.
Si se desea saber cómo hacer una inseminación casera. Ver el artículo: Guía: cómo hacer una inseminación casera.